Hoy quiero hablaros un poco de esta maravillosa legumbre y sus propiedades, ya que detrás de él, sigue habiendo muchos mitos nutricionales.

El garbanzo, por un lado, es una buenísima fuente de fibra, que hace que aumente el peristaltismo, es decir, aumenta el movimiento del estómago y de esta manera arrastra todos los residuos y sobras que se quedan acumulados en el tránsito intestinal.

Si hay que ponerle un “pero” a esta legumbre, es que produce gases, aunque esto no significa que sea algo malo, sino que está ejerciendo un efecto prebiótico (ayuda al desarrollo de bacterias beneficiosas en nuestra microbiota o flora intestinal). Consejo: añade ½ cucharadita de comino para evitar los gases.

Por otro lado, contienen gran cantidad de proteína además de ser fuente de hidratos de carbono. Los garbanzos contienen todos los aminoácidos esenciales para formar la proteína completa, igual que la carne, el pescado y el huevo.

No sólo tienen fibra, hidratos de carbono y proteína, contienen un montón de vitaminas que ayudan a nuestro metabolismo; también, nos aportan hierro y calcio.

El problema del hierro que contienen los garbanzos es que para absorberlo adecuadamente necesitamos acompañarlos con alimentos ricos en vitamina C (pimiento rojo, limón, kiwi, naranja, mandarinas, etc.)

Y, por último, os dejo una nueva receta rápida, sencilla y deliciosa a base de garbanzos. Espero que os haya entrado ganas de comer garbanzos después de saber sus propiedades. ¡Veamos la receta!

Ingredientes para dos personas:

• 1 bote de garbanzos (400g cocidos)
• 1 bandeja de champiñones
• Pimentón dulce
• Aceite de oliva virgen extra
• Sal al gusto

Procedimiento:

1. Limpia los champiñones y trocéalos en láminas.
2. Después, pon un poco de aceite de oliva en una sartén a fuego fuerte y añade los champiñones troceados, saltéalos durante 10 minutos a fuego medio.
3. Una vez que estén hechos ,escurre los garbanzos de bote y pásalos por agua para eliminar el exceso de sal. A continuación, añade los garbanzos a la sartén y saltéalos por un par de minutos, agrega sal  y pimentón dulce al gusto.
4. Por último, sírvelo en los platos y añade un chorrito de aceite de oliva virgen extra en crudo.

¿Os animáis a cocinarla? ¡Es muy sencilla y rápida! Si lo hacéis, no dudéis en contádmelo.